4.- LOS JARDINES COLGANTES DE BABILONIA.
Entre los años 605 y 562 a.C, Nabucodonosor, rey de Babilonia, ordenó que se construyeran enormes murallas edificadas de tal forma que parecieran montañas para que resguardaran el palacio. A petición de su esposa Amytis, también mandó construir unos jardines maravillosos porque la reina extrañaba las montañas y el verdor de Media, su país natal.
Babilonia estaba ubicada bastante cerca de la moderna ciudad de Bagdad en la república iraquí. Según los relatos de infinidad de escritores, estaban dispuestos en cinco terrazas superpuestas en forma de pirámide, sostenidas por arcos, sembradas de árboles y flores de todo tipo. Las terrazas estaban techadas con materiales como carrizo, betún y plomo, para impermeabilizarlas y que el agua del riego no se filtrara a través de ellas. Las paredes que las sostenían eran lo suficientemente anchas como para permitir que dos coches de la época circularan alrededor de todo el palacio.
Las primeras noticias de los jardines se encuentran en los escritos de Beroso quien los describe como enormes terrazas de ladrillo de aproximadamente 120 mts cuadrados y 23 mts de alto. La irrigación se hacía a través de una intrincada red que traía el agua directamente desde el río Éufrates.
A menudo se le atribuye la planeación de estos jardines a Semíranis reina de Asiria.
En realidad los jardines nunca fueron colgantes, este nombre se les dio debido a un error en la traducción de la palabra latina penisilis, que aunque significa colgante también significa similar a balcones.
Tomado del libro "Los lugares más famosos del mundo", Editorial América S.A.
Babilonia estaba ubicada bastante cerca de la moderna ciudad de Bagdad en la república iraquí. Según los relatos de infinidad de escritores, estaban dispuestos en cinco terrazas superpuestas en forma de pirámide, sostenidas por arcos, sembradas de árboles y flores de todo tipo. Las terrazas estaban techadas con materiales como carrizo, betún y plomo, para impermeabilizarlas y que el agua del riego no se filtrara a través de ellas. Las paredes que las sostenían eran lo suficientemente anchas como para permitir que dos coches de la época circularan alrededor de todo el palacio.
Las primeras noticias de los jardines se encuentran en los escritos de Beroso quien los describe como enormes terrazas de ladrillo de aproximadamente 120 mts cuadrados y 23 mts de alto. La irrigación se hacía a través de una intrincada red que traía el agua directamente desde el río Éufrates.
A menudo se le atribuye la planeación de estos jardines a Semíranis reina de Asiria.
En realidad los jardines nunca fueron colgantes, este nombre se les dio debido a un error en la traducción de la palabra latina penisilis, que aunque significa colgante también significa similar a balcones.
Tomado del libro "Los lugares más famosos del mundo", Editorial América S.A.
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